
Qué diferencias hay entre filamentos de PLA y de PET en términos de resistencia

La impresión 3D ha revolucionado la manufactura, permitiendo la creación de objetos complejos con relativa facilidad. Sin embargo, el éxito de una impresión no solo depende de la impresora, sino también del material utilizado. Dentro de la vasta gama de filamentos disponibles, el PLA (ácido poliláctico) y el PET (tereftalato de polietileno) son dos de los más populares, cada uno con propiedades únicas que los hacen adecuados para diferentes aplicaciones.
La elección entre PLA y PET a menudo se reduce a entender sus diferencias en términos de resistencia, tanto mecánica como ambiental. Si bien el PLA es conocido por su facilidad de impresión y biodegradabilidad, el PET destaca por su mayor durabilidad y resistencia a la temperatura. Analizar estos aspectos es crucial para tomar la decisión correcta, asegurando que el objeto impreso cumpla con los requisitos de su uso previsto.
Resistencia a la Tracción del PLA
El PLA en general posee una resistencia a la tracción moderada, lo que significa que puede soportar una cierta cantidad de fuerza que tira de él antes de romperse. Esta capacidad es suficiente para muchas aplicaciones cotidianas, como prototipos, modelos arquitectónicos y figuras decorativas. Sin embargo, no es comparable a la de materiales más robustos como el PET o el ABS.
Un aspecto importante es que la resistencia a la tracción del PLA varía significativamente según la formulación específica del filamento y las condiciones de impresión. Factores como la temperatura de la boquilla, la velocidad de impresión y el relleno interno del objeto pueden afectar significativamente su fortalezas. Una impresión con un relleno denso será mucho más resistente que una con un relleno ligero.
Es importante considerar que el PLA es un material relativamente frágil. Tiende a romperse de forma repentina sin demasiada deformación plástica, lo que lo hace menos adecuado para piezas que deben soportar impactos o tensiones repetidas. Para aplicaciones que demanden mayor flexibilidad, existen formulaciones de PLA reforzado con otros materiales, pero aún así no alcanzan el nivel de resistencia del PET.
Resistencia a la Tracción del PET
El PET, por otro lado, ofrece una resistencia a la tracción considerablemente superior a la del PLA. Esto lo convierte en una opción ideal para piezas que necesitan soportar cargas significativas o resistir la tensión sin deformarse o romperse. Su estructura molecular le confiere una mayor tenacidad y flexibilidad.
A diferencia del PLA, el PET exhibe una mayor elasticidad, lo que significa que puede deformarse bajo tensión y volver a su forma original sin sufrir daños permanentes. Esta propiedad lo hace adecuado para piezas que deben flexionar o absorber impactos, como bisagras, carcasas protectoras y piezas mecánicas.
La resistencia del PET también se beneficia de su mayor densidad. Un objeto impreso con PET, con el mismo volumen que uno con PLA, generalmente será más pesado y más resistente debido a la mayor cantidad de material presente. Esta característica, combinada con su alta resistencia a la tracción, lo convierte en un material muy versátil para una amplia gama de aplicaciones.
Resistencia al Impacto del PLA
La resistencia al impacto del PLA es su principal debilidad. Debido a su naturaleza frágil, el PLA tiende a agrietarse o romperse ante impactos moderados. Esto limita su uso en aplicaciones donde las piezas puedan estar expuestas a golpes o caídas accidentales.
Aunque existen aditivos que pueden mejorar ligeramente la resistencia al impacto del PLA, estos generalmente comprometen otras propiedades, como la biodegradabilidad o la facilidad de impresión. Por lo tanto, en general, el PLA no se recomienda para piezas que requieran alta resistencia al impacto.
Para aplicaciones que demanden resistencia al impacto, es fundamental considerar alternativas como el PET, el ABS o el policarbonato. Estos materiales ofrecen una mayor capacidad para absorber energía sin romperse, lo que los hace más adecuados para entornos exigentes.
Resistencia al Impacto del PET

El PET muestra una resistencia al impacto significativamente mejor que el PLA. Su mayor tenacidad y flexibilidad le permiten absorber energía de impacto de manera más eficiente, reduciendo la probabilidad de fractura. Esto lo hace adecuado para piezas que puedan estar expuestas a golpes o vibraciones.
Además, el PET posee una mayor resiliencia, lo que significa que puede resistir la formación de grietas y la propagación de fallas. Esta propiedad es crucial para piezas que deben soportar cargas cíclicas o impactos repetidos. Una pieza de PET puede soportar más ciclos de fatiga antes de fallar.
La clave de su superioridad radica en su estructura Molecular, que le permite una mayor deformación sin romperse. Esta flexibilidad le permite disipar la energía del impacto de manera más efectiva, protegiendo la integridad de la pieza.
Resistencia Térmica del PLA y PET
El PLA tiene una baja resistencia a la temperatura, comenzando a deformarse a temperaturas relativamente bajas (alrededor de 60°C). Esto limita su uso en aplicaciones donde las piezas puedan estar expuestas al calor, como en exteriores bajo la luz solar directa o cerca de fuentes de calor.
En cambio, el PET ofrece una resistencia térmica considerablemente superior. Puede soportar temperaturas de hasta alrededor de 70-80°C sin deformarse significativamente. Esto lo convierte en una opción más adecuada para piezas que deben operar en entornos con temperaturas elevadas.
La diferencia se debe a su composición química. El PET posee una estructura molecular más resistente al calor, lo que le permite mantener su forma y propiedades mecánicas a temperaturas más altas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la resistencia térmica del PET también puede verse afectada por las condiciones de impresión y el relleno interno del objeto.
Conclusión
El PLA y el PET presentan diferencias significativas en términos de resistencia. El PLA es una excelente opción para prototipos rápidos, modelos visuales y piezas decorativas que no requieran alta resistencia mecánica o térmica. Su facilidad de impresión y biodegradabilidad lo convierten en una opción atractiva para proyectos de bajo rendimiento.
Por otro lado, el PET es la elección ideal para piezas que deben soportar cargas significativas, resistir impactos, o operar en entornos con temperaturas elevadas. Su mayor resistencia a la tracción, al impacto y al calor lo convierten en un material más duradero y versátil para aplicaciones exigentes. Elegir el material correcto, considerando las necesidades específicas del proyecto, es fundamental para garantizar el éxito de la impresión 3D.
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